Es la más frecuente de las lesiones de la articulación escápulo-humeral, incluye una
serie de patologías que afectan al tendón y al manguito subacromial que se
manifiesta con dolor en la abducción y rotación del hombro. No duele o muy poco
en la anteversión porque la bolsa no se comprime pero en la abducción se
comprime el espacio acromio-humeral afectando a los manguitos de los rotadores
y generando mucho dolor. Esta patología puede generar una tendinitis
supraespinosa o rotura del mismo y redondo mayor. Se inicia con una inflamación
de la bolsa subacromial. Como complicaciones tenemos las calcificaciones del tendón por gestos de repetición (es dolorosa, sobre todo si se rompe) y las roturas tendinosas de los manguitos de los por movimientos traumáticos (la rotura puede aparecer en gente que ha hecho deporte y tiene los tendones degenerados, también puede producirse por movimientos de poca intensidad).
Se da en todas la edades (aunque suele aparecer en
ancianos y retirados) órdenes y sexos. En los mayores se produce por la
inactividad del hombro; en gente joven puede aparecer por debilidad de la pared
acromial, provocado por un exceso de actividad deportiva. La atrofia, el
sobreuso, la no utilización y problemas anatómicos son las causas de su
aparición.
La exploración
se realiza por medio de una resonancia magnética o una ecografía.
El tratamiento
que se sigue es en, primer lugar, es fisioterapia para corregir las posibles
causas; potenciación muscular y potenciación del hombro no dominante. Cuando
adquiere tintes de incapacidad, las infiltraciones son buenas pinchando
corticoides en la bolsa.
Si lo
anteriormente mencionado no da resultados, la cirugía es la única solución que
nos queda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario